Tu mazo de tarot no es solo un conjunto de cartas: es una extensión de tu intuición. Consagrarlo antes de usarlo es una forma de conectarte energéticamente con él y marcar el inicio de una relación sagrada. Este ritual ayuda a limpiar cualquier energía previa y a sellar el tarot con tu propia vibración.
Busca un lugar tranquilo, donde no te interrumpan. Puedes encender una vela, incienso o colocar tus cuarzos cerca para crear una atmósfera especial. Si lo deseas, pon música suave o medita unos minutos para centrar tu energía.
Antes de consagrarlo, limpia tu tarot de toda energía ajena. Puedes hacerlo de diferentes formas:
Pasándolo por humo de salvia, palo santo o incienso.
Colocándolo sobre una cama de sal del Himalaya o sobre un cuarzo blanco.
Dejarlo bajo la luz de la luna llena unas horas.
Mientras lo haces, visualiza cómo cada carta se llena de luz y pureza.
Toma el tarot entre tus manos, respira profundo y siente su energía. Baraja lentamente las cartas, una y otra vez, para que se impregnen de tu esencia. Siéntelo como un puente entre tu mundo interno y el universo.
Puedes decir mentalmente o en voz alta:
“Consagro este tarot como herramienta de luz y sabiduría.
Que sus mensajes sean claros, amorosos y para el bien más alto de quien consulte.”
Toca cada carta si lo deseas, o pasa tus manos por encima del mazo, visualizando que una luz dorada o violeta lo rodea completamente. Imagina que tu energía se fusiona con la del tarot, creando un lazo de confianza y claridad.
Envuelve tu mazo en una tela o guárdalo en una cajita especial. Puedes acompañarlo con un cuarzo (como amatista o cuarzo blanco) para mantener su energía limpia y elevada.
Cada vez que lo uses, respira, centra tu intención y recuerda que estás abriendo un espacio sagrado de conexión.
💫 Consagrar tu tarot no es un requisito, sino un acto simbólico de respeto y vínculo espiritual. Cuanto más conectes con él, más precisos y profundos serán los mensajes que recibirás.
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